La migración y minería

por | May 11, 2020 | Artículos | 0 Comentarios

AUTOR: ALDO CARDENAS PEÑA

 

Iba empezar estas líneas, comentando algunos posibles delitos que pudiera acarrear la presencia de los migrantes en las zonas de influencia en una actividad minera, ante un conflicto social, sin embargo, hice un stop y busque información de las historias de nuestros compatriotas que en su momento dejaron todo en su ciudad natal, para buscarse un futuro prometedor en nuestra capital.

En ellas, leí a jóvenes que prometieron a sus padres volver de otra manera y familias enteras con una cierta estabilidad en la capital que, conforme lo narra el portal ojopúblico[1] ahora regresan por temor al contagio del virus, del desempleo y sobre todo, del hambre.

Con la fuerzas que los hizo caminar días y días por nuestras carreteras, cargando no solo frustración, miedos e incertidumbre, sino también esperanzas, se perfilan ser los nuevos protagonistas de su región, distrito o comunidad, en todo sentido.

La capital, dejará de ser su destino -posiblemente en unos años – y concentraran todo su esfuerzo para comenzar de nuevo. Como luz para estos sueños, escuche hoy a un CEO de una importante minera que, debido a los estrictos protocolos de seguridad y salud en referencia al Covid, las unidades mineras demandarán altas rotaciones de trabajo y debido a las restricciones de los protocolos de sanidad, necesitaran la mano de obra local.

Con ello y dentro de poco o mejor dicho, cuando acabe la cuarentena dispuesta por el Gobierno, estas personas serán – posiblemente – útiles para diversas actividades, con lo cual, las áreas respectivas de estas empresas tendrán que incrementar sus esfuerzos en sensibilizar a esta nueva “población”.

Conocemos de primera mano que, de la unión de la empresa y las comunidades, han surgido proyectos exitosos en beneficio de sus integrantes, sin embargo, también hemos sido testigos que, ante la ausencia del Estado, las empresa son las primeras en sostener los conflictos “sociales” hasta el punto, de otorgar una solución lejana a la realidad y peor aún, con la anuencia de las autoridades de turno.

Con esta reflexión me quedo, dejo los delitos de lado para cuando sea llamado.

 

[1] https://ojo-publico.com/1786/desplazados-por-la-pandemia-la-travesia-de-los-mas-pobres